Crónica de Berlin Marathon 2014


Berlin fue mi cita N°11 con los 42 km, con la particularidad de ser la primera vez que participaba en una maratón Major, de Clase Mundial, y la primera vez que correría esa distancia fuera de Argentina.

Estábamos con Gastón Sub3 y Edu Roncatti, nos sacamos unas fotos y nos despedimos porque cada uno largaría desde sectores distintos.

Al llegar a la zona de largada asignada, se escuchaba música clásica con muy buen sonido y los comentarios de los animadores por el micrófono eran relajados, tranquilos, muy diferentes a nuestra permanente exaltación adolescente.

Por supuesto que no entendía una palabra, aunque esa atmósfera calma me resultó emocionante, considerando todo lo hecho (y lo que no había podido hacer) para poder llegar hasta ese día.

Largada puntual 8:45AM, suelta de globos amarillos, fuimos caminando tranquilamente antes de cruzar el arco, eramos varios argentinos, y nuestro grupo (el G) terminó largando unos 15 minutos después de los élite.

Dudé entre parar o no a sacarle fotos a la estatua de Niké, la diosa griega de la victoria, que estaba iluminada como nunca, paradita arriba de la Columna de la Victoria y recibiendo los rayos del Sol de una mañana primaveral, con cielo despejado, fresco y sin nada de viento. Como venía mucha gente atrás, opté por seguir…

Esa estatua, por la película de Win Wenders Las alas del Deseo, para mí representa a Berlin mucho más que la Puerta de Branderburgo, el icono de la Maratón.

Pasando el km 2 la primera curva a la derecha, buscando las rayitas azules del trazado óptimo, y al pasar por una iglesia, otro detalle característico de una fiesta bien organizada: Las campanas redoblando con todo.

Mi plan de carrera era muy simple, dado que no la había entrenado bien, intentaría correr lo mas lento que pudiera los primeros 32 km y lo mas rápido posible los 10 km finales.

Así que controlé el ritmo, dejé ir a los 4 pacers que llevaban globitos de 4horas 15 minutos y me dediqué a conocer Berlin.

Por esa zona  empezaron a aparecer los grupos musicales contratados por la organización, mucho jazz, algunos grupos de percusión y eventuales cantantes folks auto-convocados con sus guitarras acusticas a la vera del camino. Algunas señoras golpeando cacerolas y varios grupos de holandeses naranjas y dinamarqueses colorados alentando a sus representantes.

Una mujer mayor ataviada con traje típico tirolés, iba consiguiendo las mayores ovaciones del público.

Yo escuchaba que la gente decía “Cubaa, cubaa” a mi paso y pensaba que tal vez vendría corriendo algun cubano cerca, tardé vaaarios km en darme cuenta que leían mi nombre en el dorsal y que “Hugo” pronunciado en alemán suena como “Kuba”

No todos reconocían mi remera como la camiseta de la Selección Argentina de Fútbol, pero sí los que me superaban, ya que la leyenda “ARGENTINA” estaba escrita en la espalda.

La mayoría de los carteles que la gente muestra hacia la carrera, estaban escritos en alemán pero pude reconocer un gran “Beer at 37 km!!” muy simpatico.

Otras frases de remeras y/o carteles que me llamaron la atención fueron:

I am Irish..What is your superpower??

42 km…How hard can it be??

Smile!!  (if you are not wearing underwear)

Finish is the only f*cking option!!

Forget the glass sliper, this princess wears running shoes...

Una familia con niños estaban enviando burbujas desde un balcón, demostrando esa famosa frase de que la Maratón es una día de fiesta para toda la ciudad!!

Además de grupos musicales, orquestas, bandas, muchos conjuntos típicos, vi grupos de gimnasia artística, bailarinas, mucha gente disfrazada, un señor que hacía burbujas gigantes, y mas cerca del mediodía, muchísimos nenes chiquitos al costado del camino queriendo saludar a los corredores chocando las palmas.

En los edificios se veían algunos grupos de jóvenes poniendo música fuerte desde sus casas (me vino el recuerdo de una mañana temprano que corrimos en Valentín Alsina y desde una terraza nos saludaban con las botellas de Quilmes y música de Sumo a todo trapo)

En el km 7 al cruzar un puente hermoso me sentía muy bien, y con el sol de frente la vista era espectacular. Dicen que Berlín tiene mas puentes que Venecia y tiene algunos tan lindos como París…Me cuesta decir que ahí grité " I am the king of the world" , pero sí lo hice.

Mas adelante descarté unos guantes, la temperatura había subido y ya no eran necesarios.

Por ahí vino un inglés desde atrás, me toca el hombro y me dice Congratulations! charlamos un ratito y a él, como a mucha gente, les llamaba la atención que alguien desde tierras tan lejanas anduviese por ahí…

También me saludaban españoles, y muchos latinoamericanos, con el característico “Vamos Argentina!!

Vi varios corredores con un cartelito de Jubilee, y unos de ellos, italiano,  me explicó que eran parte de una especie de club, integrado por todos aquellos que llevaban corridas mas de 10 veces la maraton de Berlin.

Se merecen un párrafo destacado los puestos de hidratación y frutas, todos tenían la secuencia agua fresca-té caliente-isotónica-manzana-banana-naranjas y estaban cada 2,5 km

Yo iba tomando agua y comiendo frutas, y mas adelante empecé a tomar la bebida isotónica que se la notaba salada, no iba a ser necesario mi mezcla de frutos secos con sal..

En el km 21 escuché que saludaron MUY alocadamente, y eran mi hija y mi esposa que me había ubicado por la App del celular, fui, saludé nos sacamos unas fotos y seguí viaje…

En ese momento les pregunté si tenían algo para tomar, y saltó otro argentino de al lado y me dice Queé?? querés un Fernet!!

Me dio mucha risa y desde entonces adopté mi saludo para todos aquellos que me gritaban desde afuera, cuando me decían Vamos Argentina!! Yo les contestaba : Hagamo un asado!! Tomemos Fernet!!

Hasta ahí iba intentando trotar a  6:20 de promedio pero la mayoría de los km los hacía un poco mas rapido.

Si mal no recuerdo, 1hora 4minutos los primeros 10, el km 20 en 2 horas 10, y ya notaba que despues de la media, la Distancia se encargaría de calmarme en forma “natural”

En el 27 nos daban geles Powerbar, riquisimos, como buen sudaca me llevé más de los que necesitaba, pero bueno, después los descarté, por el sobrepeso.

Ibamos corriendo por avenidas, llegando a plazas, doblando y en muchos puntos el gentío era muy denso, muchisimo publico todos alentando.

Algunos tenian unas manos gigantes inflables, muy divertido saludarlos a esos jaja.

En un momento, un par de corredores se apartó de la carrera, uno de ellos se puso a hacer flexiones de brazos y otro simulaba sentarse sobre su espalda. Había mucho público en ese lugar, y me llamó la atención de que se invirtieran los papeles.

Cerca del km 30 crucé a un corredor disfrazado de Jesucristo y corriendo descalzo. Hubo foto también para él.

Como era previsible, con tanta comida y mal entrenado, por el 37/38 tuve que parar, ir al baño y desde ahí medio que mi ritmo era trote-caminata-trote como la mayoría de los corredores que  me rodeaban.

Dimos muchas vueltas por barrios modernos, muy lindos (saqué algunas fotos) hasta ver la Puerta de Branderburgo, ahí hice el avioncito planeador en la plaza Pariser, y justo después de cruzar, una mujer me pregunta si la carrera no terminaba ahí…Le dije que no, faltan unos 500 metros y empecé a escuchar la musiquita “Vamos Vamos Argentina…” que después supe que era porque otro argentino estaba llegando.

Bueno esos últimos metros son una gloria pero todo muy tranquilo, el publico no es tan demostrativo como acá, y crucé el arco en 4 horas 39 minutos 44 segundos, buscando los vasos gigantes de cerveza sin alcohol que todos lucían y el lugar donde me encontraría con mi familia.

Fui también a que me grabaran la medalla con el tiempo logrado, y después me encontré con mis chicas que me estaban esperando justo enfrente del guardarropas asignado previamente por la organización.

Maravillas del primer mundo.